domingo, 23 de noviembre de 2008

Por fin nuevo destino!

http://enlaheladera.com/

lunes, 5 de mayo de 2008

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Uno de los pasatiempos favoritos de Billy the kid era observar a Fiorellita carapálida dormir. No conocía a ciencia cierta los efectos que ello le producía, pero intuía que entre los minutos que pasaban se colaba algo muy cercano a lo que él creía que era la quietud natural de una mano normal.

martes, 29 de abril de 2008

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Billy the kid nunca mostraba miedo. Sabía esconderlo perfectamente entre los pliegues de su camisa y le había enseñado a no asomar la cabeza por más ruido que juegue en el ambiente. Todos creían que esa era la razón del éxito de sus atracos. Pero Billy nunca decía palabra alguna.

Sólo quería hacer algo en lo que no tuviese que usar camisas o tretas para disfrazar juegos y silbidos.

viernes, 25 de abril de 2008

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Debido a su cercanía con Fiorellita carapálida, Billy the kid descubrió los placeres de sentarse en un semicírculo, esperar el turno para hablar e inventar una historia sobre búfalos y cazas. El nunca había cazado un búfalo, así que sólo intercambiaba en sus cuentos a los cajeros por los búfalos. Así intentaba guardar cierta coherencia en cuanto a las muertes que causaba.

En una ocasión, Billy fue invitado a fumar con ciertos ancianos de la tribu. Desde entonces, no paraba de fumar. No conocía a ciencia cierta los efectos de aquel hábito, pero sabía que a partir de éste, su corazón parecía bostezar en su pecho y eso lo consolaba. Fiorellita carapálida creía que él sólo quería una siesta larga sobre un prado. Pero siempre le faltaba tiempo.

Tiempo y una sombra que lo cuide.

jueves, 24 de abril de 2008

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Ambos eran niños perdidos en medio de los valles; pero Billy era un niño que solía caminar descalzo con independencia del destino. Fiorellita carapálida atendía sus heridas y escuchaba sus historias de fantasmas por las noches. Pero en todas sus historias siempre hacían falta héroes y no ladrones.

Eso y un rincón del mundo en donde esconderse de sus propios miedos.

miércoles, 23 de abril de 2008

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Billy the kid conoció a Fiorellita carapálida en un descampado al norte de un refugio improvisado para el atraco de ganado. Fiorellita carapálida era una niña de 20 años, descendiente de inmigrantes italianos y cuidada por un grupo de indios aulladores. Sabía contar hasta veinte y armar tiendas de campaña para inviernos.

La primera vez que la vio, Billy the kid salía corriendo hacia su escondite con algunas cuantas cabezas de ganado. No detuvo el paso del caballo, pero sí la vista; así que esa descoordinación le valió perder 59 bueyes y dos balas de su rifle.

Fiorellita carapálida era menuda y tenía los ojos color caramelo. Le encantaba el mar, los veranos y, de haberlas conocido, las malteadas de vainilla. Billy the kid no conocía de caramelos, de mares y muchos menos de malteadas de vainilla. Pero no le importaba su propia ignorancia.

Sólo le atemorizaba un poco el hecho de haber perdido junto con las dos balas de su rifle, los restos de una sombra que lo acompañaba.

Back to the old house

Finalmente me encontré y estoy tan contento que he organizado una fiesta de bienvenida. No faltarán los confetis, algunos cuantos globos y otros tantos gorros. Incluso he cursado una invitación a los monstritos que albergo en la heladera. No estoy seguro si vendrán, pero al menos sabrán que no los he olvidado. Eso sí, estoy un poco despintado, pero debe ser por la aventura de esta búsqueda.