Happy end of the world
Luego de muchos trazos en el parquet de mi casa, los descubrí. Todos los sueños y esperanzas con los que solía esconderme de mis padres se encontraban en un rinconcito azul cerca de la sala. Tomando un café y esperando con su buzo de colegio a que nuevamente los lleve conmigo en mi mochila.
Lástima que sólo quede entre nosotros algunas cuantas imágenes plagadas de risas y maromas con las cuales matábamos el tiempo en nuestra época escolar.
2 comentarios:
Mentira. Yo estoy en Argentina.
¿Y a qué sabe eso?
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