viernes, 26 de octubre de 2007

*

Cerca de un despeñadero, Billy the kid solía contar hasta diez y disparar. Le gustaba el sonido de su voz, perdiéndose en el fondo de aquella grieta inmensa.

Los disparos que hacía no eran más que tres, a fin de no romper la hermosa simetría entre ellos y la cantidad de monedas con las que contaba.

Billy the kid silbaba al terminar de disparar, y recogía los casquillos de sus balas muertas. El creía que, de esta manera, el despeñadero, sus ánimos y su voz podrían acompañarlo hasta el final de la jornada.

2 comentarios:

N. dijo...

Busca sobre JTHM (de Jhonen Vasquez)

...: "Querido diario. Me miré en silencio ante el espejo, como siempre. Me quedé hasta convencerme de que no había espejo. Nada me separaba de la habitación del otro lado. Imagino que todo es diferente allí. Mejor. Hay gente en ese mundo, que me gustaría. Pero como siempre, mi mano golpea ese espejo. Sé que si sólo esperaba un segundo más... Mierda. Voy a ir a matar a un payaso."

Si puedes, consiguete los comics... yo doy mi alma por tenerlos en mis manos.

Juan Manuel Robles dijo...

Johnny C. strikes again