martes, 30 de octubre de 2007

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Billy the kid soñaba con vivir en Buenos Aires, tierra de tangos y milongas.

La primera milonga que escuchó fue en una oscura taberna del centro de la ciudad. Un inmigrante gaucho había entonado su melodía sin importarle el qué dirán.

Billy the kid solía espiar al inmigrante gaucho. Lo siguió durante semanas, desde la mañana hasta la noche. Aprendió a cebar mate y a exagerar los números. Aprendió también que existía una región llamada Córdoba y que los gauchos extrañaban sus pampas y sus lluvias.

Billy the kid adoptó el dejo de aquel gaucho hasta que un día, en una reyerta en el mismo bar dónde conoció las bondades de Gardel, apuñaló por error a cierto amor anónimo.

Desde entonces Billy the kid, solo sabe que un sabor extraño inunda el Río de la Plata.

11 comentarios:

El Aless dijo...

Y grito calladamente todos los goles de Maradona mientras trataba de recordar la letra de cierta canción de Piazola.

Juan Manuel Robles dijo...

Sobre todo aquellos del 86.

Pepefina dijo...

La primera vez que escuché un tango caminaba por el centro, espiaba solares viejos y entré (más de la cuenta)en uno donde sonaba "Balada para un loco"...seguí la melodía y encontré a un viejito que me regaló el cd.
Años después conocí a un argentino al que quise demasiado y me "Subí a su ilusión super sport"
y todo fue por gusto al final...

Inadecuada dijo...

no completaré la historia ni contaré nada personal pero algo comentaré.

"hmmm Billy The Kid..."

L dijo...

ya estamos diciembre y nada, esto está muy helado...

mentolada dijo...

donde te fuiste?

Juan Manuel Robles dijo...

En abril volveré pero con nuevo blog porque ya descuidé mucho este y se ha resentido conmigo.

mentolada dijo...

no no
ningun accesorio es necesario

bienvenido!

L dijo...

por fin!

mentolada dijo...

despues de todo... creo q a ti... no se te debe de esperar en abril


:(

Juan Manuel Robles dijo...

Un poco tarde, pero ya volvi. Con las justas que le dicen.